Mis dos Papas favoritos

Es curioso el destino, cuando estoy pasando por un grave periodo de replanteamiento de mi fe y en especial de la forma de vivir la espiritualidad; como el orden infinito, se encarga de golpearte directamente la cara.

El otro dia un amigo me invito a comer a su casa, esta estudiando licenciatura en historia y le a tocado leer algunas cosas de la historia de la iglesia y me preguntaba por que tantas contradicciones en las formas de actuar y pensar de los hombres de iglesia.

Por que la iglesia, habia cometido tantos errores, que despues tenia que aceptar su equivoco; siendo que sostiene que es guiada por el Espiritu de Dios.

La respuesta es tan basica y simple y consisa, porque la IGLESIA es Santa y Pecadora, la santidad de la Iglesia solo la entrega su Creador, Jesus; todos y hablo en propiedad cuando uso la palabra todos los miembros de la iglesia somos pecadores, por palabra, pensamiento, obra y omision. Por que todos los miembros de la iglesia estamos llamados a ser santos, pero a nosostros y al resto del mundo se le olvida que la Fe y la Espiritualidad son dones que hay que alimentarlos, guiarlos y a veces cuando la vanidad es mas importante que la realidad, estos dones se van eclipsando dentro del individuo. Y nos olvidamos que esa alimentacion es cuando verdaderamente entra el Espiritu de Dios a nuestro corazon.

Tambien hay que tener presente, que la iglesia; a debido actuar de acuerdo a la realidad de su respectivo tiempo, al medio ambiente de ese tiempo, a los conocimientos de ese tiempo, a la cultura de ese tiempo.

Por eso cuando me preguntan si tengo alguna preferencia dentro de los pontifices de la Iglesia, mi respuesta es SI!!!!! , un Si rotundo quizas por que naci en su era y, si, podemos hablar de la era de Juan Pablo II, pero mi preferencia esta compartida, por el papa Julio II.

El guerrero de la paz y el guerrero de la fe, ejemplo dignos de lo que antes hablaba.

A Julio II, le correspondio utilizar las "armas" de su epoca para defender la Fe Cristiana, mantener la independencia de los poderes o mas bien dicho de los poderosos de su tiempo. Mientras que a Juan Pablo II, le correspondio hacerlo para defender la Paz, utilizando las "armas" de su epoca de los poderes y poderosos de nuestra epoca.

Uno tuvo la cruz y la espada; y el otro la Cruz y los medios de comunicacion.

Los dos vieron en el Arte, una capacidad asombrosa de llevar el mensaje de Dios a la humanidad, el primero fue el impulsor de la decoración de la capilla sixtina y el segundo le correspondio entregar al mundo la restauración de dicho templo.

Cuantos dudariamos en una primera lectura que el Espiritu Santo, paso por el conclave que eligio papa a Julio II, cuantos no dudariamos en afirmar la presencia del Espiritu de Dios en el que eligio a Juan Pablo II.

Pero quienes somos para juzgar el actuar del Paraclito.

La Iglesia es la asamblea de los fieles, y no todos los fieles tienen el mismo grado de compromiso, no todos los fieles tienen la misma capacidad, no todos los fieles deben poseer una fe inquebrantable, la duda puede existir en un fiel, el error puede existir en un fiel, por mas comprometido, conocedor, por mas sabio. Sobretodo cuando la Fe se transforma en una serie de reuniones vanas, aburridas, de discutir y planificar las mismas cosas.

Quizas me acusen de hacer sincretismo o de new age, pero los orientales hablan del Ying - Yang, y lo representan como un circulo conformados por dos fuerzas que se persiguen, se complementan y que cada una tiene una parte del otro. Son el Bien y el Mal, para que exista uno, tiene que existir el otro. El fin de uno, es el inicio del otro.

Estanislao I de Polonia, dijo: La Fe, comienza por dudar. Sin despreciar la Fe inquebrantable, que valorable es la Fe, que en un momento, se sienta a hacer una reflexion. Y para eso es muy importante quienes estan alrededor de esa Fe, si tienen la capacidad de comprenderla en la duda, de evitar que la duda genere un vacio espiritual con el que se corre el riesgo de perder la Fe. Nos acostumbramos a regalonearnos fisicamente, pero nos olvidamos de regalonearnos con el alma o mas bien dicho con las almas.

Adonai, Adonai, Adonai.