"No Mataras" Ex 20, 13, Es la exhortación que nos hace Yahvéh, por medio de Moisés desde la cima del Sinaí, cuando entrega los Diez Mandamientos que deberán vivir su pueblo. Pero cuando la sociedad actual, va cada día introduciéndose con unas oscuras anteojeras, cual animal de tiro a una secularización agnóstica, nos corresponde a los cristianos comprometidos el alzar la voz y el utilizar todos los medios posibles para mostrar como dijo el Papa Juan Pablo Magno, la "Veritatis Splendor", es decir el Esplendor de la Verdad; Es por ello que cuando las autoridades pretenden menospreciar la vida de los más desvalidos, al igual que en el pasado tenemos el deber moral de levantar la voz, por esas criaturas que surgidas del amor infinito del Padre Creador, mas allá de las circunstancias en la que su concepción se hay producido. Nadie tiene la capacidad de prever cual es la participación de ellas en el Plan Salvífico de Dios, como dijimos en el pasado ninguna vida es descartable, ni al año, ni a los treinta, mucho menos cuando la sociedad tiene él deber de cuidar y brindar la satisfacción de todas las necesidades, y aún si lo consideramos un error, los errores se asumen y se enfrentan como con la dignidad de Hijos de Dios, nos hemos acostumbrado como sociedad a errar primero y luego buscar la solución, como seres finitos el equivoco no escapa de nosotros, pero cuando el Creador para los cristianos, o la Naturaleza para los no creyentes, nos enseña el camino, el rechazarlo, es rechazarnos a nosotros mismos, es ser unos hipócritas.
No nos resulta desconocido cual es el camino, tenemos las herramientas para seguirlo, por ello como creyentes, la Caridad Cristiana que surge del Sagrado Corazón de Jesús, de ese pecho lacerado para alcanzar la divinización de toda la humanidad, nos urge a tomar una postura acorde a nuestras convicciones, ¡Si es contrario a la voluntad misericordiosa de Dios el utilizar los medios no naturales que impidan la fecundación del óvulo!, para hacer del sexo una actividad rutinaria y casi deportiva, ¡Más contrario aún! es cuando el óvulo ya tocado, por el dedo de Dios, como en la imagen del Adán de la Capilla Sixtina, es químicamente arrojado del útero, asesinando ese cuerpo que el Creador, había destinado para la corporalidad de esa alma.
De ahí surge la pregunta ¿Cómo Dios permite?, en vez de preguntarnos ¿Por qué no evitamos?, ¿Por qué debemos ir a las consecuencias y no luchamos contra las causas?, pero como vamos a defender una vida que todavía no nace, si ya estamos hablando de una muerte que aún no ocurre, pues como todas las sociedades que nos alejamos de Dios, nuestra sociedad, la Sociedad Chilena, con nombre y apellido, a iniciado el camino típico de las sociedades que caen en la espiral del secularismo agnóstico; después de la destrucción del núcleo de la sociedad, que es la familia, con una ley de matrimonio civil diabólicamente mal hecha, sin pausa se nos han venido encima en menos de un mes, iniciativas que atentan contra la vida como son la Eutanasia y la píldora del día después (que es el preámbulo del aborto) que si no evitamos en estos momentos, que las políticas comunicacionales abran la brecha, con cantos de sirenas, para que después so pretexto de una violación o en situación de embarazo riesgoso para la vida de la madre, pretendan incorporar el aborto terapéutico, este es una camino sin retorno, si no asumimos nuestra responsabilidad.
Y las soluciones cuales son, el preocuparnos como sociedad de enseñar que el sexo no es una actividad biológica mas, es la única actividad que el Ser Humano, manifiesta su verdadera vocación divina para vivir en comunidad, es llave, para vivir una vida plena alcanzando las realizaciones propias del ser humano, pues el sexo es una actividad de dos, manifestación absoluta de la entrega de todo nuestro ser a la persona amada, pues en el encuentro de dos seres que se aman en la intimidad, no son mas que dos personas únicas, sin ninguna otra consideración que ser hombre y mujer, manifestándose su infinito amor. Por ello que como cristianos, esta expresión de amor, para nosotros se debe vivir dentro de la sacralidad del matrimonio. Haciendo entender esto a nuestros jovenes, evitaremos las consecuencias de una vida sexual anticipada, pero si no paramos la sexualización absoluta de nuestra sociedad, de nuestros medios de comunicación y de todos los canales de expresión, esto será imposible, cada vez vemos un inicio de la vida sexual activa a menor edad, les pregunto ¿Cómo padres harian que sus hijos llevaran una carga, para la que no estan preparados fisica, intelectual, afectiva, e incluso económicamente? y ¿Estan dispuestos a cometer un homicidio para evitarlo?
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